- Una serie de estudios han revelado que las mascotas captan cambios en los sentimientos de las personas, lo que hace que los estados de ánimo sean “contagiosos”.
Los perritos, al igual que los humanos, experimentan una amplia gama de emociones. Identificar estos estados emocionales es crucial para su bienestar. Aquí te dejamos una guía para entender mejor a tu fiel compañero.
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“Nuevos estudios demuestran como algunas reacciones de comportamiento de los humanos afectan a los perros de manera que les permiten no solo distinguir entre el miedo, la alegría o el enfado de sus dueños, sino que pueden «captar» esos sentimientos de sus compañeros humanos”, según revela una publicación de National Geographic.
Conoce los principales sentimientos de tu mascota
Alegría
Un perrito feliz mueve la cola constantemente, tiene buen apetito, busca tu cariño, descansa lo suficiente, no muerde ni destruye objetos y está relajado. Un perro alegre también se muestra juguetón y sociable, disfrutando de la interacción tanto con humanos como con otros perros. Su energía positiva es contagiosa y refuerza el vínculo con su dueño.
Tristeza y temor
Si tu perro está triste, no se relaciona con otros, no tiene apetito, es menos cariñoso, está menos activo, llora sin motivo, y lleva la cola baja. El miedo se manifiesta con agresividad repentina, cola entre las patas, temblores, intentos de escape, orejas hacia atrás y ojos tristes. Ambas emociones pueden surgir por cambios en el entorno, falta de atención o experiencias traumáticas.
Ansiedad y aburrimiento
Los signos de ansiedad incluyen evitar el contacto visual, bostezos constantes, irritabilidad, jadeo constante, lamido excesivo y orejas gachas. Por otro lado, un perro aburrido puede parecer deprimido, lamerse excesivamente, ladrar mucho, mostrar comportamientos destructivos, estar muy activo y perseguir su cola. Ambos estados requieren actividades estimulantes y atención para mantener su bienestar mental.
Vergüenza y envidia
La vergüenza se ve en el contacto visual evitado, esconderse, bajar la cabeza, comportamiento sumiso, postura encogida y orejas bajas. Un perro envidioso intentará captar tu atención, puede ser agresivo con su rival e interrumpir tus interacciones. Estas emociones suelen aparecer en situaciones de competencia por el afecto o atención del dueño.
Furia y desagrado
Rechaza la comida, olfatea constantemente, muestra desinterés, cambios de comportamiento y en la mirada, y juega con la comida cuando siente desagrado. Las señales de furia incluyen orejas erguidas y hacia adelante, enseñar los dientes, postura alerta, ladridos graves y cortantes, cola alta y rígida, y ceño fruncido. Estas reacciones pueden deberse a incomodidad o confrontaciones.
Entender estas señales ayudará a fortalecer el vínculo con tu perrito, asegurando su felicidad y salud emocional. Observa sus comportamientos y responde adecuadamente para brindar el apoyo y cuidado que necesita en cada momento. Tu empatía y atención son esenciales para su bienestar integral.