- Cientos de comerciantes de Mesa Redonda se manifestaron exigiendo la derogatoria de la Ley N.° 31980, la cual afecta su «libertad empresarial» y podría generar la pérdida de 100 mil empleos.
Este miércoles, 16 de octubre, cientos de comerciantes de Mesa Redonda realizaron una manifestación frente al Congreso de la República. La protesta tuvo como objetivo exigir la derogatoria de la Ley N.° 31980, una normativa que crea un régimen especial para el Centro Histórico de Lima. Según los comerciantes, dicha ley afectaría significativamente su actividad comercial y generaría la pérdida de hasta 100 mil empleos.
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La movilización comenzó a las 8:00 a.m., y los manifestantes buscan que el Poder Legislativo escuche sus demandas. Luis Castañeda, secretario de la Cámara de Empresarios de Mesa Redonda, señaló que la Ley N.° 31980 prohíbe el almacenamiento y la venta al por mayor en los inmuebles de esta área comercial. «Nos han aprobado una ley que prácticamente nos divide y limita. Esto afecta directamente a las campañas comerciales de Halloween y Navidad», expresó.
Ley afectaría a más de 100 mil personas
El dirigente añadió que la normativa perjudica a todo el conglomerado de Mesa Redonda, donde laboran alrededor de 100 mil personas. Los comerciantes estiman que las pérdidas económicas alcanzarán los 20 millones de dólares hacia finales de este año. Asimismo, advirtió que la ley pone en riesgo la estabilidad financiera de las familias que dependen de esta actividad, muchas de las cuales aún se están recuperando de la pandemia.
A través de un parlamentario, un grupo de comerciantes ha presentado una carta petitoria al Congreso, solicitando que se facilite una mesa de diálogo con ProLima, entidad encargada de la ejecución de la ley. Su principal demanda es que se modifique la normativa para evitar el impacto negativo que tendría sobre los pequeños y medianos empresarios de Mesa Redonda.
La protesta busca abrir un espacio de conversación con los legisladores y representantes de ProLima, para encontrar una solución que no solo respete el patrimonio histórico de Lima, sino que también garantice la estabilidad económica de los comerciantes.